¿Qué nos dan los anfibios y qué perdemos sin ellos?
Los servicios ambientales que nos proporcionan los ecosistemas influyen en nuestra calidad de vida. Estos servicios se dividen en cuatro categorías: servicios de provisión, de regulación, culturales y de soporte. Los anfibios proveen servicios a la humanidad de todas estas categorías, por lo que su declive tiene consecuencias graves, también para nosotros.
Como servicios de provisión destacan los fármacos que se derivan, principalmente, de las secreciones de su piel. Son incontables los productos obtenidos de los anfibios tanto en medicina tradicional como moderna, y muchos más qué aún quedan por descubrir. Desde analgésicos o el tratamiento de la acidez de estómago, al uso potencial de los péptidos de su piel para inhibir la infección por VIH. Además, hay que destacar el servicio de los anfibios como provisión de alimento, ya que en muchos países constituyen un componente importante de la dieta de las personas.
Por otro lado, los anfibios contribuyen a servicios de regulación, por ejemplo mediante el mediante el control de insectos como los mosquitos, que no sólo pueden ser muy molestos, si no que afectan seriamente a la salud humana a través de la transmisión de enfermedades como la malaria. También controlan multitud de plagas agrícolas y, en general, mantienen controladas las poblaciones de muchos invertebrados.
En cuanto al valor cultural, existen innumerables ejemplos de inspiración en estos animales en un sentido estético, religioso o espiritual. Así, para muchas culturas, los anfibios constituyen símbolos de fertilidad, de abundancia, de magia, de peligro, etc. En la sociedad actual, nuestra fascinación por los anfibios es enorme, y para los niños constituyen un forma ideal de acercarse a la naturaleza y aprender sobre ella. En la comunidad científica existe un creciente interés por su estudio, y una gran preocupación por su declive. Por último, son unos excelentes indicadores de la calidad ambiental, lo cual en estos tiempos en los que nos proponemos conservar y mejorar el estado de nuestros ecosistemas es tremendamente útil.
Por último, los servicios ambientales a los que más contribuyen los anfibios son, quizás, los de soporte. Estos servicios pueden ser de soporte físico, o referidos a funciones de los ecosistemas. En cuanto a los primeros, algunos anfibios pueden contribuir al mantenimiento de las estructuras mediante la excavación en el suelo y al desplazamiento en el medio acuático que favorece la circulación, pero su mayor contribución es a las funciones de los ecosistemas.
Así, su papel en las redes tróficas es esencial, tanto como depredadores como presas, consumidores primarios o descomponedores, y por ello su desaparición altera todo el sistema. En los medios acuáticos, las larvas de los anfibios son elementos fundamentales. Las larvas de salamandras y tritones son depredadores y, por tanto, controlan el zooplancton, mientras que los renacuajos de sapos y ranas son consumidores de algas o descomponedores. En algunas zonas la biomasa de anfibios puede ser increíblemente elevada, y su desaparición puede producir cambios radicales en la producción primaria, la descomposición, etc. Por último, los anfibios también tienen una función importante en el ciclo de los nutrientes, ya que actúan como receptores de nitrógeno en el ecosistema.
Por desgracia, la elevada tasa de extinción de los anfibios, la mayor conocida en la historia de la Tierra, está provocando que perdamos muchos servicios que estos animales proveen a los ecosistemas y, probablemente, todavía existen algunos servicios desconocidos y que nunca llegaremos a descubrir.
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