La exposición ‘Los enlaces de la vida’ recala en la Universidad de Huelva
La Fundación Descubre y la Universidad de Huelva llaman a explorar uno de los más apasionantes temas de la ciencia moderna: las múltiples conexiones, dependencias y colaboraciones entre los millones de organismos que pueblan el planeta, desde microscópicas bacterias hasta los más grandes mamíferos, y que juntos ponen en marcha el gran engranaje que hace posible la vida en la Tierra. Con la exposición ‘Los enlaces de la vida’, inaugurada hoy en el Aula de Sostenibilidad de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva y que permanecerá abierta al público hasta el próximo 18 de diciembre, se aborda en profundidad el concepto de biodiversidad y sus implicaciones, coincidiendo con el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad (2011- 2020).
La muestra ha sido fruto de una producción conjunta de La Casa de la Ciencia de Sevilla y la Fundación Descubre, promovida por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía; y con la colaboración de la Estación Biológica de Doñana, el Museo del Mundo Marino y la Sociedad Andaluza para la Divulgación de la Ciencia.
La inauguración ha contado con la presencia de la vicerrectora de Investigación, Postgrado y Relaciones Internacionales de la Universidad de Huelva, Regla Fernández; el decano de la Facultad de Ciencias Experimentales, Rafael Torronteras, y el codirector del proyecto y autor de las imágenes, Héctor Garrido.
La muestra se compone de 43 paneles que han sido diseñados cuidando especialmente su composición visual y utilizando la curiosidad como inspiración e hilo temático de la exposición. No en vano, cuatro de las cinco secciones en las que están distribuidos los contenidos se inician con una interrogación, a saber: ¿Conoces qué es la biodiversidad?; ¿Cuál es la importancia de la biodiversidad?; ¿Está en peligro la biodiversidad?; y ¿Qué consecuencias tiene la pérdida de biodiversidad?
Varios de los paneles utilizan la conocida forma interrogativa ‘¿sabías que…?’ para dar a conocer algunos datos estadísticos que dan cuenta del estado, las amenazas y posibles acciones para atajar la destrucción de las condiciones que hacen posible la Biodiversidad que, como apuntan los propios contenidos de la muestra, se trata de un concepto joven, con apenas 27 años, que nació del seno de la comunidad científica ante la necesidad de abarcar e identificar en una palabra nueva “todas y cada una de las dimensiones de la vida en la Tierra”. La muestra plantea entonces la biodiversidad como una gran adición donde los sumandos son las especies; los genes; los ecosistemas; las interacciones entre las especies y el medio; la variabilidad espacial y la variabilidad temporal.
Descubriendo escarabajos
En la primera sección, ¿Conoces qué es la biodiversidad?, se presenta una conclusión como punto de partida: sólo se conoce una pequeña parte de la vida que habita el Planeta Tierra; lo cual plantea un reto constante para la comunidad científica. La propia muestra apunta que “hasta ahora se han descrito 1,7 millones de organismos diferentes, pero se estima que existen entre diez y treinta millones. Esto supone que por cada especie conocida habría entre treinta o cuarenta especies por descubrir. Más de la mitad de las especies conocidas en el mundo son insectos (96%) y uno de cada cuatro es un escarabajo. Las investigaciones apuntan que la vida microscópica, siendo la menos conocida, es la forma de vida dominante en cantidad y variedad”.
También se enfatiza en este bloque que la biodiversidad, o lo que es lo mismo, las múltiples interacciones entre formas de vida, está presente en todos los rincones, incluso en aquellos donde las condiciones de frío, calor o acidez son tan extremas que harían insospechable la supervivencia de cualquier organismo. Se mencionan en estos extremos a los hielos árticos, los fondos oceánicos o espacios altamente contaminados por sustancias químicas como el vertido de Aznalcóllar. Aunque, claro está, hay regiones que poseen mayor biodiversidad que otras, sobre todo aquellas cercanas al ecuador. A este respecto, la comunidad andaluza es una de las que posee mayor diversidad del continente europeo, con el 72% de los hábitats de interés comunitario.
Alimentos, medicina, cultura…
En el segundo bloque, ¿Cuál es la importancia de la biodiversidad?, los contenidos giran en torno al papel que juega la diversidad biológica en varios sectores de la vida cotidiana; no sólo desde una perspectiva ambiental, sino incluso también económica. Se recuerda que proteger la diversidad ayudaría a conservar las casi trece mil especies de plantas, cultivadas y silvestres, que son comestibles para el ser humano; o que la mitad de los medicamentos tienen un origen natural, teniendo como curioso ejemplo la aspirina, cuyo principal componente, el ácido acetil salicílico, se obtiene del sauce blanco.
Uno de los paneles de esta sección advierte que “La biodiversidad es responsable de las condiciones que hacen de la Tierra un lugar habitable frente a la hostilidad del resto del Universo conocido, haciéndola única y extraordinaria. El oxígeno que precisamos para respirar o el ozono que nos protege de las radicaciones ultravioletas se lo debemos a la biodiversidad (cianobacterias, algas y plantas verdes)”.
Los números menos verdes
La tercera sección, ¿Está en peligro la biodiversidad?, es probablemente la más desconsoladora de la muestra, ya que exhibe estadísticas nada alentadoras para la conservación. De entrada se advierte que la actividad humana es responsable de que la pérdida de la biodiversidad sea mil veces mayor de lo que lo era antes de la presencia de los seres humanos en la Tierra. Se ofrecen al visitante datos como que en España hay más de mil doscientas especies amenazadas, o que en veinticinco países ya han desaparecido los bosques.
La pérdida de superficie de los hábitats, bien por causa de la agricultura, la construcción de grandes infraestructuras como presas, o por la expansión inmobiliaria, es la más directa amenaza para la diversidad biológica, ya que los estudios han demostrado que la reducción de espacio reduce también la capacidad de albergar especies. De hecho, un bosque de mil hectáreas puede contener el doble de especies que diez bosques de cien hectáreas cada uno. Las especies invasoras se perfilan también como otra de las grandes amenazas para la supervivencia de determinados organismos autóctonos. Una amenaza, dicho sea de paso, que igualmente también ha sido causada por la acción humana, ya que la gran mayoría de las invasoras colonizan los nuevos espacios gracias al trasiego de mercancías.
En la cuarta sección, ¿Qué consecuencias tiene la pérdida de biodiversidad?, se insiste en las amenazas tratadas en el anterior bloque y se dan casos concretos de los efectos de las acciones humanas, como por ejemplo las razones por las cuales se ha destruido el 80% de los arrecifes de coral en Jamaica. Las algas de la región eran consumidas principalmente por peces y una especie de erizo; pero las poblaciones de peces fueron esquilmadas por la pesca excesiva, y la especie de erizo se extinguió por la introducción de un agente patógeno. La reducción de los depredadores propició el aumento de algas, que a su vez han restado oxígeno al agua provocando la muerte de los corales. Esta cadena de causas y efectos demuestra la línea de interacciones a la que se hace referencia cuando se habla de biodiversidad.
Pensar en el futuro desde el presente
Algunas decisiones tomadas en los últimos años ya han ofrecido resultados que dejan lugar a la esperanza. Como ejemplo, gracias a la entrada en vigor hace unos treinta años del Convenio Internacional de Comercio de Especies Amenazadas, no se ha extinguido ninguna especie protegida por prácticas comerciales. Asimismo, desde 1970 ha aumentado de forma considerable la superficie de zonas protegidas en todo el mundo.
Otra de las acciones que se han proyectado para conservar la biodiversidad es la aplicación del principio “quien contamina paga” o el pago por servicios ambientales. A grandes rasgos, ambas modalidades lo que proponen es que aquellas industrias o actividades económicas que en su funcionamiento perjudiquen a la naturaleza, aporten recursos económicos para invertirlos en su recuperación. La muestra finaliza haciendo un llamado a las pequeñas acciones que son responsabilidad de cada ciudadano, pero que juntas pueden marcar la diferencia hacia un futuro más esperanzador. Se habla entonces de apostar por un transporte alternativo como la bicicleta, el reciclaje, seleccionar cuidadosamente en la compra aquellos alimentos que en su obtención no favorecen al cambio climático, o evitar la compra y posterior abandono en la naturaleza de mascotas exóticas.
Exposiciones a medida
La exposición ‘Los enlaces de la vida’ cuenta con cuatro ediciones ‘silver’ de la misma -es decir, 43 paneles en formato 50 x 100 cm- que están a disposición de entidades e instituciones interesadas en llevar la muestra a su localidad previa petición. La intención es facilitar que esta amplia exposición sobre biodiversidad llegue a cualquier rincón de la región y al máximo de público posible.
Además, aquellos que no tengan la posibilidad u oportunidad de acudir a la exposición podrán acercarse a la biodiversidad online. En el site ‘Los enlaces de la vida’ (losenlacesdelavida.fundaciondescubre.es), el internauta podrá visitar todos los paneles de la exposición de forma virtual, consultar las próximas ubicaciones de la muestra en la agenda, o acceder a noticias, recursos e investigaciones relacionados con la biodiversidad. La web ofrece asimismo materiales didácticos y guías para que la comunidad educativa saque el máximo partido a la muestra.
Instituciones participantes
Descubre, Fundación Andaluza para la Divulgación de la Innovación y el Conocimiento, es una fundación privada promovida por la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, y respaldada por 23 patronos cuyo objetivo es fomentar el interés y la sensibilización ciudadana en torno a la Ciencia y el Conocimiento.
La Casa de la Ciencia de Sevilla es un centro de divulgación científica y medioambiental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia (CEIC) de la Junta de Andalucía, con la participación del Ayuntamiento de Sevilla.
La Estación Biológica de Doñana es un Instituto Público de Investigación perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dentro del área de Recursos Naturales. A la tarea de llevar a cabo trabajo de investigación multidisciplinar al más alto nivel, suma su labor como promotor de la transferencia del conocimiento a la sociedad.
El Museo del Mundo Marino de Matalascañas (Huelva) es un centro gestionado por la Sociedad Parque Dunar de Doñana SL. y constituido por la Fundación Doñana 21 y el Ayuntamiento de Almonte en el año 2002 cuyo principal objetivo es la sensibilización y educación ambiental vinculada a la biodiversidad marina y a los ecosistemas litorales.
La Sociedad Andaluza para la Divulgación de la Ciencia es una sociedad constituida en 2002 por educadores e investigadores que busca compartir y acercar la Ciencia a toda la ciudadanía a través de diferentes acciones divulgativas.
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