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| 05 Abr 2013

España gana 56 nuevas especies de aves en siete años

Fuente: SEO/BirdLife

La biodiversidad española cuenta con 56 nuevas incorporaciones, todas ellas especies de aves. Son las que se añaden a la nueva Lista de las aves de España, elaborada por SEO/BirdLife y publicada en 2012. Este catálogo, que actualiza al anterior de 2005, da fe del crecimiento de la avifauna española. Los modernos estudios genéticos, el aumento de las aves divagantes o ‘raras’1, el mayor número de observadores en el campo y la aclimatación de especies foráneas son los factores de este incremento.

Así, determinar exactamente cuándo una especie pasa a formar parte de nuestro catálogo, y puede gestionarse como especie establecida, no es tan sencillo y requiere de un análisis pormenorizado. Este análisis y la catalogación lo realiza el Comité de Rarezas de SEO/BirdLife.

Avances científicos

El motivo de que esta lista sea cambiante se debe a tres razones. En primer lugar debido a los avances científicos. Por ejemplo, los nuevos estudios genéticos llegan a cambiar el rango de antiguas formas o variedades, que ahora son consideradas especies. Es el caso del herrerillo canario o el rabilargo ibérico.

También hay formas que cambian de nombre gracias a los estudios taxonómicos de afinidad entre ellas. Es el caso de la separación del antiguo género de los carboneros y herrerillos (Parus) en cinco: el del carbonero común; el de los herrerillos azules que son ahora (el común) y (el canario); el de los capuchinos y, a parte, el del carbonero garrapinos y el del palustre.

Además, otros estudios científicos, como los que implican el marcaje de aves con técnicas de seguimiento por satélite o el análisis de isótopos también han aportado nuevas especies a la lista. Por ejemplo, un halcón sacre húngaro marcado con un emisor vía satélite viajó por España y llegó a África en 2009, demostrando que no todas las observaciones de esta especie son aves escapadas de cetrería, sino que podían incluir divagantes naturales.

Piquero patirrojo, ave tropical de la familia de los alcatraces que llegó a España, a la Costa Brava. Murió víctima de los anzuelos de los pescadores deportivos. ©Ricard Gutiérrez

Piquero patirrojo, ave tropical de la familia de los alcatraces que llegó a España, a la Costa Brava. Murió víctima de los anzuelos de los pescadores deportivos. ©Ricard Gutiérrez

Predominio de las ‘rarezas’

En segundo lugar han aumentado las citas homologadas de aves divagantes o ‘raras’, que suman 206 especies, el 36% de la lista, frente al 26% de hace cinco años. Algunos casos corresponden a especies que arriban ocasionalmente a nuestro país empujadas por fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, olas de frío polares o de calor africano. Esto es debido, por un lado, a la estratégica situación de la península Ibérica, en una encrucijada entre rutas y áreas donde confluyen migrantes que van y vienen de Europa a África, pero también divagantes de Asia o América del Norte. Además, los archipiélagos canario y balear suponen una fuente de adición de aquellas especies que alcanzan las islas en sus periplos marinos. El buitre dorsiblanco africano, el bisbita norteamericano, el piquero patirrojo o el paíño ventrinegro, muy raros en el contexto europeo, son algunos ejemplos. No hay que olvidar tampoco el creciente interés de los aficionados a la ornitología, así como la calidad de los recursos ópticos que permiten también mejores y más fiables observaciones.

Exóticas aclimatadas

Por último, contribuyen a engrosar esta lista especies introducidas o propias de otras latitudes -15 en total-,  que bien por la bonanza del clima o porque llegan de países más norteños, se han instalado aquí, caso del ganso del Nilo. Seis de estas especies son introducciones naturalizadas como el faisán, las cotorras de Kramer y argentina, o incluso pequeños pájaros de jaula capaces de sobrevivir en libertad, como el ruiseñor de Japón, el pico de coral senegalés o el bengalí rojo. Otro caso a destacar es una especie doméstica que se ha establecido en libertad en algunos puntos del país, la tórtola rosigrís. De este tipo de citas se encarga el Grupo de Aves Exóticas (GAE) de SEO/BirdLife, que posteriormente intercambia la información con el Comité de Rarezas.

Entre estas especies introducidas, el caso que presenta más variaciones es el de las poblaciones ya naturalizadas y establecidas en otros países europeos que llegan aquí asociadas a los movimientos naturales de las aves silvestres. Es el caso de siete especies ya integradas en nuestra fauna: el cisne negro, el ánsar chico, la barnacla canadiense, el ganso del Nilo, el pato mandarín, la malvasía canela y el ibis sagrado. Estas dos últimas provocan serios problemas de conservación en Europa por hibridarse con especies nativas, lo que hace necesario llevar a cabo acciones de control y manejo para evitar su expansión.

1 Las aves ‘raras’ o ‘rarezas no son ejemplares  con características morfológicas o conductas excepcionales, sino especies o subespecies que se presentan sólo en contadas ocasiones en un ámbito geográfico determinado, al margen de su área de presencia habitual.

*El ostrero canario es la única especie extinguida de momento de la lista española de aves. Un ejemplar naturalizado se encuentra en el Museo Alexander Koenig, Bonn (Alemania).

Artículo publicado en Aves y Naturaleza 12 sobre la Lista de las Aves de España.

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