El lobo libra su penúltima batalla

Ejemplares de lobo. Imagen: J.C. Blanco

Que los ganaderos pidan el fin de los lobos y los ecologistas su protección no es nuevo, pero sí lo es el extremo al que están llegando las cosas en las últimas semanas, lo que pone de manifiesto que algo se ha movido en los equilibrios de este damero. Dos son los principales escenarios del conflicto: Ávila y el Parque Nacional de los Picos de Europa.

En Ávila dos sindicatos ganaderos, UPA y COAG, piden con una moción que la provincia sea Zona libre de lobos porque los consideran incompatibles con la ganadería y aseguran que bajo sus ataques murieron seis mil reses en Castilla y León durante 2012. La moción ha sido apoyada por 89 ayuntamientos y hasta por la Diputación provincial a pesar de que contraviene frontalmente la normativa europea. Los ganaderos exigen además y ante todo «la implicación del gobierno regional» por tener las competencias en la gestión de la especie, según explica a www.rednatura2000.info un portavoz de UPA.

No obstante, la postura de la Junta no es ningún secreto desde hace años: quiere que el lobo se pueda cazar al sur del Duero, igual que al norte, y de hecho ya intentó aprobar su condición cinegética en 2008 mediante un decreto regional que fue tumbado en los tribunales.

Según los datos oficiales de la Junta, los ataques del lobo y el daño a la ganadería se han estabilizado en los últimos tres años. Entonces, ¿qué es lo que ha cambiado para que ahora se redoble la presión de los ganaderos? ¿Y por qué en paralelo ha nacido una Plataforma Ciudadana en defensa del lobo que va más allá de los tradicionales grupos ecologistas y que ya tiene miles de seguidores en las redes?

La respuesta podría estar en instancias más altas, en el Ministerio de Agricultura y Medioambiente. Con la llegada de Miguel Arias Cañete a este departamento, los ganaderos han visto más cercanas que nunca sus aspiraciones frente al lobo. La primera demostración la tuvieron el año pasado, cuando apenas unos meses después de asumir la cartera, Arias Cañete viajó a Bruselas para pedir el cambio de la Directiva europea que protege al cánido. Como argumentos alegaba el incremento de la población del carnívoro y de los ataques al ganado. Pero no consiguió su objetivo. La Comisión Europea replicó que tocar la Directiva sería un proceso complejo que afectaría a más países y requeriría datos científicos sólidos.

Para encontrar los datos del último censo del lobo en Castilla y León hay que retroceder más de una década. Actualmente la Junta de CyL realiza otro censo regional que, según fuentes de la consejería de medioambiente estará concluido a principios de 2014 y dará como resultado «un mantenimiento del número de lobos con tendencia al alza». El último baremo, referido a 2011 fija en 136 las manadas seguras y en 69 las probables.

No obstante, el rigor científico de las cifras ofrecidas por la Junta en los últimos años ha sido cuestionado por uno de los autores del censo anterior, Juan Carlos Blanco, quien asegura que hasta los biólogos funcionarios de la Junta han sido excluidos de su elaboración.

Por otra parte, la consejería insiste en que «al margen de estar a favor de que el lobo se pueda cazar, no tomamos partido» ni por los que exigen la eliminación del lobo en Ávila, ni por el recién formado movimiento ciudadano en defensa del mítico animal. Este movimiento se llama Lobo Marley, Ciudadanos por el Lobo y el Mundo rural, y ha irrumpido muy activamente. A día de hoy ha recogido 120.000 firmas para «evitar el exterminio del lobo en Ávila». El nombre de este grupo, y también su propio origen, hacen referencia a un lobo que fue abatido el verano pasado en la vertiente asturiana del Parque Nacional de los Picos de Europa. Era un lobo con nombre propio porque había formado parte de un estudio científico y aún portaba el collar de radioseguimiento en el momento de su caza, aunque ya no estaba activo. Varios grupos ecologistas pusieron en duda la justificación con la que el Parque autorizó esa batida y saltó la chispa.

Con Marley se encendió definitivamente una hoguera que ahora arde con nueva leña. Un segundo lobo radiomarcado ha sido abatido en enero por agentes oficiales en los montes leoneses del mismo Parque Nacional, y este caso tiene puntos más oscuros. Primero, que el collar estaba en pleno funcionamiento aportando datos científicos y, segundo, el detalle más escabroso, es el autor del disparo. Según ha sabido www.rednatura2000.info, se trata de uno de los celadores pertenecientes a la Reserva de Caza de Riaño que acompañó al investigador en el momento de localizar al lobo. Su presencia fue impuesta por la Junta de CyL, la misma que ahora por boca del consejero de medioambiente, Antonio Silván, dice que investigará lo ocurrido pero que ese lobo era «cazable».

n la Asociación Marley están indignados: «por la investigación de ese lobo la administración del Parque Nacional ha pagado decenas de miles de euros», señala un portavoz que incide en la «falta de coordinación de las distintas administraciones que deben gestionar este espacio protegido». Su explicación de porqué la Junta y el Ministerio apoyan la caza del lobo apunta a la «consecución fácil de votos en el campo, en vez de buscar una solución que satisfaga a todos y conserve a la emblemática especie», dicen.

Mastín protegiendo rebaño de cabras en la Cordillera Cantábrica. Foto Juan Carlos Blanco

Con este panorama puede resultar paradójico que uno de los cuatro sindicatos agrarios de Ávila, ASAJA, se haya desmarcado este año de pedir la eliminación de los lobos y desarrolle un proyecto de coexistencia entre el carnívoro y la ganadería financiado por la Fundación Biodiversidad. El proyecto se basa en apoyar con mastines, vallas eléctricas e información a los ganaderos, siguiendo el método del Life-Coex que dio muy buenos resultados hace pocos años precisamente en Castilla y León. La alianza UPA-COAG ha criticado duramente tanto a ASAJA como al Ministerio por este proyecto.

Algunos expertos consultados por rednatura2000.info ponen el foco en un asunto de más calado: la falta de presencia científica en los grupos de trabajo sobre el cánido tanto a nivel nacional como regional en el caso de CyL.

Tal y como evolucionan los acontecimientos, ¿qué pasará con el lobo ibérico en los próximos años? Ahora parece estar librandose la madre de las batallas entre sus defensores y sus detractores con la queja de los expertos de estar siendo expulsados de la participación en la gestión de la especie. En los centros políticos es conocido que la Comisión Europea no es favorable a mantener contra viento y marea una postura poco popular. ¿Qué hará en este caso? De momento resulta llamativo que el propio comisario europeo de medioambiente, Janez Potocnik, se haya molestado en escribir en su página de Facebook que está al tanto de lo que ocurre en Ávila y que «seguirá de cerca este asunto y tomará todas las medidas necesarias para garantizar que la legislación ambiental sea respetada». El texto, además, está escrito en español.