Fotografía del artículo no disponible
| 23 Sep 2014

El hielo ártico registra uno de sus niveles más bajos desde 1978

Fuente: NASA/SINC

NASA GODDARD’S SCIENTIFIC VISUALIZATION STUDIO/TRENT SCHINDLER

NASA GODDARD’S SCIENTIFIC VISUALIZATION STUDIO/TRENT SCHINDLER

La capa de hielo del Ártico registró este verano boreal su sexto nivel más bajo en 36 años, con 5,02 millones de kilómetros cuadrados, según ha informado el National Snow and Ice Data Center (NSIDC) de los EEUU.

Esta superficie –la sexta menor desde que los satélites espaciales comenzaron el seguimiento en 1979– dista no obstante del récord de 2012, cuando se registró el mínimo de 3,41 millones de kilómetros cuadrados. La extensión actual, medida el 17 de septiembre, se sitúa un 19 % por debajo de la medida de los últimos 36 años, es decir, es 1.199,2 kilómetros cuadrados menor que el promedio. Septiembre es el mes en el que el hielo del Ártico registra su menor extensión del año, coincidiendo con el fin del verano en el hemisferio norte. «El verano comenzó relativamente fresco y careció de las grandes tormentas y vientos persistentes que pueden romper el hielo e incrementar su fusión», explicó Walter Meier, investigador del Goddard Space Flight Center de la NASA, en un comunicado.

Ver vídeo

 

Últimas noticias

El cambio climático reduce el tamaño y la supervivencia de los insectos acuáticos

Un estudio internacional liderado desde la Estación Biológica de Doñana-CSIC ha concluido que la menor disponibilidad de oxígeno en el agua por el aumento de la temperatura provoca que disminuyan su tamaño y presenten una mayor mortalidad. El declive de estos insectos repercute en la calidad del agua, y servicios clave como la polinización o el equilibrio de nutrientes, y puede alterar los ecosistemas acuáticos.

Sigue leyendo

Cubiertas vegetales y ovejas: exploran el manejo biológico del viñedo andaluz

Este proyecto denominado Viñas Vivas e integrado por el ceiA3 junto a la Universidad de Cádiz, ASAJA Cádiz, Bodega Primitivo Collantes y el IFAPA, busca transformar la viticultura andaluza hacia un modelo más sostenible, apoyando la salud del suelo y, crucialmente, de la vid, a través de prácticas naturales y la valorización de residuos.

Sigue leyendo

Ir al contenido