EL CENTRO DE CRÍA DE QUEBRANTAHUESOS CUENTA CON 9 HUEVOS Y ESPERA QUE LOS PRIMEROS NAZCAN A INICIOS DE FEBRERO
El Centro andaluz de Cría de Quebrantahuesos de Cazorla (Jaén) de la Consejería de Medio Ambiente, gestionado por la Fundación Gypaetus, cuenta actualmente y tras el periodo de cópula, iniciado a finales de otoño, con nueve huevos y espera que los primeros nacimientos de ejemplares comiencen a principios del mes de febrero, en concreto, a finales de la semana próxima «si todo va bien».
En este sentido, el coordinador técnico del Centro de Cría de Quebrantahuesos, Francisco Rodríguez, ha explicado a Europa Press que al comenzar la época de cría, los ejemplares emparejados muestran los primeros comportamientos reproductores y los primeros intentos de cópula. Además, indica que la reproducción conlleva un incremento en la segregación de ciertas hormonas lo que eleva el grado de nerviosismo de los ejemplares y su vehemencia, por esta causa, en la defensa del territorio frente a parejas vecinas.
Esta circunstancia puede desembocar en una mayor agresividad que, en algunos casos, se focaliza en el otro miembro de la pareja desencadenando persecuciones, ataques y peleas que pueden llegar a ser «serias».
«La agresividad en los quebrantahuesos se acentúa en la época de cría por aumento de hormonas y porque cuando comienza las peticiones de cópulas y los comportamientos reproductores, el ansia por defender el territorio de una pareja o el nido frente a otros ejemplares de otras parejas que colindan con las jaulas donde están se hace grande», ha precisado. En este sentido, ha señalado que «como estos ejemplares no tienen maneras de descarga la agresividad, la dirigen hacia su pareja y compañero dentro de la jaula, el único animal que tienen cerca»
Igualmente, ha indicado que «hay veces que no pasa de unos días las persecuciones entre animales para después continuar con las cópulas», si bien Rodríguez resalta que «otra veces, como ha sucedido este año, hay problemas serios y ataques de un ejemplar a otro que conlleva, incluso, la separación de las parejas de cría».
De esta manera, de las siete parejas reproductoras iniciales con las que contaba el centro andaluz del quebrantahuesos se han pasado a seis. De éstas, tres han tenido hasta el momento dos huevos, y otras tres, uno cada una. «Aún no ha terminado el periodo de puestas, por lo que a los nueve huevos se le puede sumar algunos más», ha afirmado Rodríguez.
Introducción de un cuervo como elemento extraño
Entre las soluciones o las medidas tomadas por los técnicos del centro para evitar la agresividad entre ejemplares, aunque dependen de cada pareja, ha comentado que algunas tienen que ser tapadas «completamente» en las jaulas –con unas dimensiones de doce por cuatro por seis metros– para que «no vean a otras, se relajen y copulen tranquilamente».
Del mismo modo, el coordinador técnico del centro andaluz ha comentado que este año han tenido que separar a una de las parejas e, incluso, han tenido que meter un cuervo en la jaula de otra para que exista en la misma un elemento «extraño» sobre el que dirijan su agresividad. No obstante, aclara que el cuervo, con la agilidad que tiene, «nunca tiene problemas».
En este caso, según ha explicado, ambos miembros de la pareja defienden su territorio frente al animal «extraño», no se pelean entre sí y afianzan lazos en la pareja.
Para Rodríguez, la agresividad puede ser consecuencia de la presencia de otras parejas de quebrantahuesos cercanas o porque un miembro de éstas «esté más encelado, pida más cópula y presente comportamientos reproductores más acentuado».
El coordinador técnico del Centro de Cría del Quebrantahuesos, que confía en alcanzar los once huevos, ha adelantado a Europa Press que «a inicios del mes de febrero comenzarán los primeros nacimientos de ejemplares», añadiendo que éstos se producirán «a finales de la próxima semana o a principios de la siguiente, si todo va bien».
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