El águila imperial remonta el vuelo en Doñana
Borja Baselga, director de Fundación Banco Santander; el Consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal; Eva Casado, directora de la Fundación Migres, y Miguel Ferrer, coordinador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Andalucía; además de Juan Pedro Castellano, director del Espacio Natural de Doñana, han presentado hoy el proyecto “Seguimiento científico del Águila Imperial en el Espacio Natural de Doñana”. El acto se ha celebrado en el Centro El Acebuche de Doñana, y a continuación se han podido visitar sobre el terreno las mejoras en el seguimiento del águila y su población autóctona, así como el desarrollo de la cría de pollos y aguiluchos en el entorno del Parque Natural.
La población del águila imperial en Doñana además de reducida es muy vulnerable y ha estado aislada de otras subpoblaciones de la especie. A partir de 1990 sufrió un dramático descenso que la llevó desde las 15 parejas nidificantes habituales hasta tan sólo 7. Diferentes amenazas han ido incidiendo en ella a lo largo de su historia: la electrocución en tendidos eléctricos, el veneno, la infertilidad de algunos ejemplares, una proporción de sexos desviado hacia machos..etc, y no sólo en España, sino también en países como Marruecos a donde estas migran. A partir de 2004 se inició un plan de rescate que en estos últimos años ha requerido de un mayor esfuerzo de seguimiento para conocer cómo está evolucionando la población y seguir investigando sobre su mortalidad y las causas.
De esta necesidad surge el proyecto “Seguimiento científico del Águila Imperial en el Espacio Natural de Doñana”, que ha desarrollo en 2014 y 2015 actuaciones como el arreglo de nidos, la localización y anillamiento de los jóvenes nacidos, la determinación de su sexo y el equipamiento de algunos ejemplares con emisores.
Borja Baselga, director de Fundación Banco Santander explica que “para la Fundación, que lleva doce años recuperando espacios naturales degradados y ayudando a la conservación de especies amenazadas de extinción, esta iniciativa tiene un enorme valor ya que permite contribuir a la recuperación de una de las cinco especies más amenazadas del mundo y que es endémica en la Península Ibérica”. Además, añade Baselga, “se trata también de sensibilizar desde nuestras instituciones al más alto nivel de que un tesoro como el águila imperial es un bien de todos nosotros y de la comunidad internacional, no sólo de España, sino también países como Marruecos, por ejemplo, país en el que mueren muchos ejemplares. La protección transfronteriza se convierte en algo esencial.”
En estos dos años de seguimiento los resultados obtenidos han sido en opinión de Eva Casado, directora de la Fundación Migres, “en su mayoría positivos y nos indican que la población del águila imperial se mantiene estable o en ligero crecimiento”. Se han ocupado 11 territorios cada año de media, la fecundidad media es de 0,9 pollos por pareja y el sexo ratio (la proporción de sexos de los pollos volados) se encuentra ligeramente desviado hacia hembras.
Además, el uso de emisores de radio (VHF) y emisores satelitales (GPS/GSM) para el seguimiento de la población ha permitido detectar dos hechos importantes. Por un lado, Miguel Ferrer, investigador principal del águila imperial en la EBD/CSIC, explica “como el seguimiento cercano de los jóvenes indica que los pollos de Doñana contactan con la subpoblación gaditana y a través de ésta con la de Sierra Morena, rompiendo por fin su aislamiento e incrementando por tanto exponencialmente sus probabilidades de supervivencia”. Otra conclusión más amenazante, continúa Ferrer “es la mortalidad de ejemplares en su travesía a Marruecos, ocasionada por la electrocución en tendidos eléctricos que acentúa el problema de su conservación”. De este modo, Marruecos podría estar actuando como un sumidero y España como fuente en el sistema dual fuente-sumidero.
Enlace al vídeo del proyecto:
https://www.youtube.com/watch?v=I_kR4rqNjNo
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