Europa trata de reducir el efecto invernadero ocasionado por el cultivo de arroz
En Europa se destinan 467.000 hectáreas a la producción de arroz. El cultivo de este cereal requiere la inundación permanente del terreno, una práctica que genera gases de efecto invernadero y que tiene una fuerte incidencia en el consumo de agua de un territorio.Con el objetivo de mitigar el impacto de este cultivo sobre el medio ambiente y satisfacer una demanda en aumento de arroz, la UE ha lanzado en proyecto Greenrice, que será desarrollado en los próximos tres años.
La iniciativa cuenta con investigadores de siete institutos de España, Italia, Francia y Reino Unido. Como participante español está el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG-IRTA).
La misión de Greenrice es evaluar la eficacia de un sistema alternativo de producción denominado Alternate Wetting and Drying (ADW). Esta práctica consiste en inundar los campos de dos a cinco centímetros de agua, dejarlos secar hasta que el suelo llegue al límite de humedad necesaria e inundarlos otra vez. Se considera que con esta práctica se puede reducir de un 15 a un 30% el consumo de agua y hasta un 48% de emisión de metano, sin disminuir la producción, explican los responsables.
Pruebas piloto en España
El proyecto realizará un seguimiento de los efectos que el cambio de sistema tiene sobre el medio y sobre la productividad en tres zonas representativas de Italia, Francia y España. Se controlarán parámetros sobre el consumo de agua, la salinidad y las comunidades microbianas del suelo, la emisión de gases de efecto invernadero y la colonización de micorrizas arbusculares.
También se identificarán las variedades que reaccionan mejor al nuevo sistema y los caracteres que determinan la adaptación, con el fin de definir las bases para una selección asistida de mejora vegetal.
Los resultados obtenidos se darán a conocer entre productores y gestores de parques naturales para que sirvan como base para una mejora ambiental del cultivo del arroz.
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