El Gran Hermano toma la colmena

La noche del 31 de diciembre de 1999 medio mundo andaba aterrorizado por la posibilidad de que los sistemas informáticos del planeta colapsaran. El miedo al llamado “efecto 2000” provocó todo tipo de disparates y excentricidades, pero lo cierto fue que no ocurrió nada. El único colapso conocido del inicio de este siglo fue el que sufrieron miles de colonias de abejas de diferentes partes del mundo. Estos insectos, responsables de la supervivencia de numerosos cultivos gracias a su labor polinizadora, empezaron a desaparecer de sus colmenas y a adoptar actitudes que poco tenían que ver con su conformista función de obreras.