Las oscilaciones de presión en el Atlántico afectan a la intensidad de floración de especies en la Península

Que el clima de la Península Ibérica está dominado por la presencia o ausencia del conocido como Anticiclón de las Azores es algo a pocos se escapa. Lo que quizás no es tan popular es el fenómeno del que forma parte dicho anticiclón. Conocida como Oscilación del Atlántico Norte, NAO, según sus siglas en inglés, y de la misma forma que “El Niño” en el Océano Pacífico, este ciclo determina los cambios entre las bajas presiones de Islandia y las altas presiones de las Azores y, por tanto, la climatología en todo el continente europeo y particularmente en la Península Ibérica.